Por el molino del huerto
asciende una enredadera.
El esqueleto de hierro
va a tener un chal de seda
ahora verde, azúl mas tarde
cuando llegue el mes de enero
y se abran las campanillas
como puñados de cielo.
Alma mía: ¡quién pudiera
vestirte de enredadera!
Juana de Ibarbourou (Uruguay)